El mantenimiento de puertas metálicas de garaje es esencial para garantizar su durabilidad, seguridad y funcionamiento eficiente. En esta guía, exploraremos los aspectos clave del mantenimiento que toda puerta metálica de garaje requiere, abarcando tanto el mantenimiento preventivo como el correctivo, y cumpliendo con normativas de seguridad.
A continuación, cubrimos en profundidad cada paso y recomendación para preservar estos equipos en óptimas condiciones.
La importancia del mantenimiento en puertas metálicas de garaje
Las puertas metálicas de garaje están diseñadas para soportar un uso frecuente y condiciones climáticas variadas, especialmente en instalaciones industriales y residenciales de alto tránsito. Sin embargo, su durabilidad depende en gran medida del mantenimiento periódico.
Un plan de mantenimiento ayuda a prevenir problemas que pueden comprometer tanto la funcionalidad como la seguridad de la puerta. Además, un mantenimiento adecuado contribuye a evitar reparaciones costosas a largo plazo, optimizando la inversión realizada en la puerta.
Mantener en buen estado una puerta de garaje metálica ayuda a prolongar su vida útil y a evitar accidentes. Como propietarios, entender los fundamentos de este mantenimiento permite tomar medidas preventivas y correctivas en el momento adecuado.
Tipos de mantenimiento: preventivo y correctivo
El mantenimiento de puertas de garaje puede dividirse en dos tipos principales: preventivo y correctivo.
- Mantenimiento preventivo: Este se enfoca en la prevención de posibles fallos mediante revisiones periódicas y ajustes menores. Involucra tareas como la lubricación de las partes móviles, la limpieza de rieles y la inspección de los sensores. La idea es identificar problemas menores antes de que evolucionen en daños mayores que afecten el rendimiento de la puerta.
- Mantenimiento correctivo: Este tipo de mantenimiento entra en juego cuando la puerta presenta problemas evidentes o requiere reparaciones específicas. Implica la sustitución o reparación de componentes dañados, ajustes estructurales y revisión profunda de los sistemas automatizados. Es crucial llevar a cabo el mantenimiento correctivo solo con técnicos cualificados, ya que un ajuste incorrecto puede comprometer la funcionalidad y la seguridad de la puerta.
Ambos tipos de mantenimiento son complementarios y necesarios. Mientras el mantenimiento preventivo evita problemas, el correctivo asegura la reparación rápida y segura de los mismos cuando surgen.
Componentes clave a revisar regularmente
Las puertas de garaje metálicas contienen diversos elementos que requieren revisiones periódicas para evitar su deterioro prematuro.
Estos componentes incluyen:
- Motor y sistema de apertura: Este es el corazón de la automatización en puertas motorizadas. Revisar el estado del motor y el sistema de engranajes ayuda a garantizar un funcionamiento sin fallos.
- Bisagras, muelles y rieles: Estos elementos soportan el peso de la puerta y permiten su apertura y cierre de manera controlada. Lubricar y ajustar las bisagras y los muelles con frecuencia puede prevenir bloqueos y ruidos molestos.
- Sensores de seguridad: Los sensores son cruciales para evitar accidentes. Verificar regularmente su alineación y funcionalidad es esencial para la seguridad de quienes interactúan con la puerta.
- Controles remotos y paneles de mando: Los dispositivos de control de la puerta deben revisarse para asegurar que no presenten interferencias o fallos en el sistema de apertura y cierre. Cambiar las baterías y verificar la conectividad inalámbrica también es importante.
Cumplimiento con las normativas de seguridad
Las puertas de garaje, especialmente las industriales, deben cumplir con la normativa UNE-EN 12635 y el Código Técnico de la Edificación (CTE) en la mayoría de los países europeos. Estas normativas establecen que las puertas automáticas deben tener un marcado CE, lo que indica que cumplen con los estándares de seguridad de la Unión Europea.
El propietario o administrador de una puerta de garaje tiene la responsabilidad de asegurarse de que esta cumple con todas las normativas vigentes. Para las puertas industriales, por ejemplo, es obligatorio un mantenimiento profesional que garantice el cumplimiento de estos estándares de seguridad.
No respetar estas normativas puede acarrear sanciones legales y poner en riesgo la seguridad de los usuarios.
Frecuencia de las revisiones y mantenimiento obligatorio
La frecuencia de mantenimiento varía según el tipo de puerta y su uso. En general, las puertas de uso residencial suelen requerir revisiones anuales o semestrales, mientras que las puertas industriales, debido a su mayor frecuencia de uso, suelen necesitar mantenimiento trimestral.
Realizar estas revisiones en el momento adecuado minimiza el desgaste de los componentes y previene problemas mayores que pueden surgir por el uso continuo. La frecuencia recomendada puede variar en función de factores como el tipo de motor, el clima, y el entorno en el que se encuentra la puerta.
Es recomendable, en caso de dudas, consultar con el fabricante o un profesional cualificado que pueda determinar el mejor calendario de mantenimiento.
Contratar profesionales para el mantenimiento de puertas métalicas de garaje
Aunque algunas tareas de mantenimiento pueden ser realizadas por el propietario, muchas otras requieren conocimientos técnicos avanzados y experiencia. Contar con el apoyo de profesionales certificados garantiza que cualquier ajuste o reparación esté en línea con las especificaciones del fabricante y con las normativas vigentes.
Los técnicos especializados pueden identificar problemas que no son evidentes para el ojo inexperto y hacer recomendaciones sobre el reemplazo o reparación de componentes antes de que el daño sea irreversible. Además, un servicio profesional suele incluir revisiones documentadas que pueden ser útiles en caso de una inspección de seguridad.
Puertas Roper ofrece servicios de mantenimiento especializado para puertas metálicas de garaje, garantizando seguridad y funcionalidad en cada inspección y ajuste realizado por su equipo profesional.
