La implantación de Puertas Cortafuego para la seguridad laboral
Uno de los primeros objetivos a la hora de construir cualquier edificio es la seguridad, y si además, hablamos de lugares en los que el tránsito de gente es diario y constante aún más. Emplazamientos como hospitales, zonas residenciales, bibliotecas, aeropuertos, colegios o por ejemplo grandes superficies, son aquellos en los que la seguridad laboral y de todas las personas allí situadas es lo primero, y en los que la prevención de riesgos debe ser llevada al milímetro, como puede ser por ejemplo la implantación de puertas cortafuego para evitar la propagación de incendios.
Para ello, este tipo de puertas son imprescindibles. Se trata de un producto muy importante en una edificación por su implicación directa en la seguridad y la garantía del cumplimiento de su función cuando ésta sea necesaria.
Las puertas cortafuego evitan la propagación de un incendio de una parte de un edificio a otra, permitiendo una rápida evacuación del personal presente. A este tipo de puertas se les somete a pruebas que confirmen la resistencia al fuego, humo o gases tóxicos. Dichas pruebas, son diferentes dependiendo del tipo de puerta (pivotante, corredera, guillotina, batiente de 1 o 2 hojas o enrollable). Asimismo, se clasifican de acuerdo a la cantidad de tiempo que pueden resistir el daño de las llamas y el calor. La clasificación de las puertas cortafuego viene determinada por sus componentes, incluyendo las puertas, el marco y el sello que rodea éste.
Muchos son los procesos por los que tiene que pasar la puerta hasta su instalación y muchos los elementos que debe incluir, por lo que una Guía puede ayudar a los responsables (propietario, gerente, jefe seguridad, mantenimiento) a determinar si el producto que al final queda instalado en obra cumple con lo que debe.
Siendo la puerta cortafuego un producto cuyo comportamiento en el edificio influye directamente en la seguridad para las personas, es muy importante que se controle que efectivamente, la puerta instalada ha sido correctamente elegida en el proyecto, ha sido adecuadamente fabricada y por supuesto, como algo también fundamental, ha sido instalada de acuerdo a las instrucciones del fabricante.
Por su parte, el Comité de Puertas y Señalización de TECNIFUEGO-AESPI ha editado un nuevo folleto sobre puertas cortafuego: La Barrera contra el fuego. Éste destaca que el mantenimiento es un aspecto fundamental para preservar la eficacia de una puerta de este tipo, además de ser un acto obligatorio y una tarea vital para asegurar que el funcionamiento de la puerta es el óptimo en caso de emergencia.
Dicho folleto concluye que las puertas cortafuego:
- Actúan de barrera ante el elemento del fuego, demorando el avance del incendio.
- Deben cerrarse automáticamente, tras cada apertura.
- Deben recibir inspecciones periódicas (al menos cada 3 meses) para garantizar que la puerta esté operativa.
- Y, tienen una vida útil recomendable de 20 años.
En definitiva, las puertas cortafuego son primordiales para avalar una total seguridad en un edificio y Puertas ROPER es la empresa de instalación y mantenimiento certificada, cuyo personal cuenta con la cualificación requerida y actualizada.