Gracias a Internet y la globalización de los mercados cada vez es más frecuente sentirnos tentados de adquirir productos de bajo coste aun a sabiendas de que la calidad que ofrecen es inferior a la de otros productos teóricamente más caros . Hoy en día es posible adquirir reproductores mp3 con una apariencia casi idéntica a la de una conocida marca informática por un precio muy inferior, o cartuchos de tinta de dudosa calidad que prometen satisfacer las necesidades del cliente a coste reducido, por poner un ejemplo. Para nuestra decepción, cuando el producto no cumple las expectativas, nos podemos encontrar con un sonido deficiente o una impresora obstruida , resultados bastante inofensivos teniendo en cuenta la inversión realizada.
Creo que en mayor o menor medida, todos nos hemos sentido, y de algún modo nos sentimos valientes cuando arriesgamos nuestro dinero en busca de mejores opciones, pero puede convertirse en un problema si hacemos extensible esta tendencia a otros productos que puedan comprometer la seguridad y el bienestar de nuestras familias, como son las puertas de garaje. Y es que las puertas de garaje han adquirido en los últimos tiempos un protagonismo inesperado. Si lo piensas bien, y los poseedores de una vivienda unifamiliar estarán de acuerdo conmigo, debido al ritmo de vida que nos imponen nuestras actividades diarias, en la mayoría de las ocasiones accedemos a la vivienda por la puerta de garaje y no por la puerta principal como cabria esperar.
Por ese motivo, es importante entender que aunque el mercado ofrece una amplia oferta en el sector de las puertas de garaje, no todas cumplen con las expectativas del cliente, y no es recomendable arriesgarse con la calidad de una puerta por la que tienes que pasar varias veces al día, ya sea para ir al trabajo, para llevar a los niños al colegio o cuando salimos a dar una vuelta con ellos en bicicleta.
Algunos de los detalles a los que debemos prestar atención, como los espesores de la chapa y la aleación en la que se fabrican los herrajes y cables es fundamental, ya que cada vez es mas frecuente encontrar piezas de fabricación asiática estéticamente similares pero realizadas en calaminas empobrecidas de baja resistencia, hasta el punto de que si la pieza cae al suelo, pese a ser metálica, se parte. También es habitual relacionar la calidad de la puerta por el espesor del panel, y no por la densidad del poliuretano que contiene, el cual determina la capacidad aislante real de la puerta. Pero lo más importante es asegurarnos de que la puerta que nos están ofreciendo cumple estrictamente con las normativas vigentes de seguridad y marcado CE, encargadas de garantizar un producto a la altura de nuestras expectativas.
El tener en cuenta todas estas variables puede ayudarnos a entender la diferencia entre el precio del producto, y el valor del producto
Luis I. Prieto (Delegado Zaragoza – Burgos)